Nuestros políticos utilizan la inmigración como herramienta para movilizar votantes y, evidentemente, requiere de políticas macro. Sin embargo, cada uno de nosotros a nivel individual podemos tomar decisiones que nos permiten activar potentes palancas que generan grandes cambios, como el consumo y la compra consciente.
A veces nos preguntamos:
¿Realmente necesito esto? ¿Qué ocurriría si no lo compro?
¿A quién está beneficiando mi compra?
¿Quién produce este articulo bien o servicio?
¿Dónde se fabrica?
¿Las personas que lo elaboran reciben un precio justo por su trabajo?
¿Se explota a menores?
¿Es sostenible con los recursos naturales y con el medioambiente?
La Manteca de karité que nuestra firma comercializa es un ejemplo claro de reparto de riqueza, de ejercicio de compra consciente y de empoderamiento colectivo. Beneficia a grupos de mujeres en remotas zonas agrarias de África del Oeste que, con su esfuerzo, pueden mejorar la calidad de vida de su comunidad, preservar y monetizar los recursos naturales de la sabana y generar economías sostenibles que frenan la migración de personas.
Es un granito de arena que sumado al de todos los compradores conscientes contribuye a frenar la migración de personas. Nadie se marcha de su tierra, abandona su familia y todo aquello que quiere si tiene estabilidad económica, puede vivir con dignidad y proveer a su familia de aquello que necesita.
Los tres elementos que nos ocupan se conectan al hilo de una visión holística de sostenibilidad, equidad y respeto a los derechos humanos .
Nuestra compra consciente es una palanca potentísima. Utilícémosla!